Cómo declararse insolvente en España
¿Eres autónomo o simplemente quieres descubrir cómo declararse insolvente en España? En ese caso, quédate para conocer la explicación que te ofrecemos desde AKC Gestores.
Las deudas pueden surgir de diferentes factores; circunstancias personales, una mala situación económica y, en los peores casos, la fusión de ambos. El conflicto se acrecienta cuando tampoco se tiene una forma de saldar las deudas.
La mejor decisión que se puede tomar en esta situación es la de declararse como insolvente, con el fin de evitar las posibles deudas.
A continuación, te explicamos en detalle en qué consiste ser insolvente y resolvemos las cuestiones más habituales que se presentan al respecto. ¡Quédate para conocer la resolución!
Qué es ser insolvente
Es necesario definir qué es este término antes de explicar cómo declararte insolvente, una situación a la que recurren muchos autónomos y empresas cuando se enfrentan a una deuda.
La insolvencia está definida como la incapacidad económica de saldar una deuda según la Ley de Insolvencia Económica de 2013. Podemos destacar dos tipos de la misma:
- La insolvencia provisional: Esta se considera cuando hay una falta temporal de liquidez demostrable.
- La insolvencia definitiva: Es aquella donde se demuestra que no hay activos suficientes a largo plazo, desembocando en el conocido concurso de acreedores.
Es posible que conozcas la información de que solo las empresas tenían el derecho de declararse como insolventes para no enfrentarse a una deuda, pero ese derecho ahora es también de los trabajadores independientes y todas aquellas personas que cumplan con una serie de requisitos.
Requisitos para declararse insolvente o en bancarrota
Como hemos mencionado en el punto anterior, hay que cumplir unos requisitos para declararse insolvente. Sin ellos, no es posible declarar este estado y la deuda continua activa.
Son los siguientes:
- La deuda que sufre la empresa o autónomo no debe superar la cantidad de los 5 millones de euros
- La Agencia Tributaria, la Seguridad Social o cualquier otro organismo relacionado con el patrimonio no debe haber denunciado delitos en la última década.
- La deuda en cuestión no puede ser con las Administraciones Públicas, pero sí es posible con una entidad privada.
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Cómo declararse insolvente ante una deuda y entrar en concurso de acreedores siendo autónomo
Es el momento de explicar cómo declararse insolvente a una deuda y entrar a un concurso de acreedores, información relevante para cualquier persona que se enfrente a una deuda (bajo las condiciones ya explicadas).
- Llegar a un acuerdo con los acreedores, con la participación de un notario.
- Análisis detallado por parte del notario donde se revisan los datos del deudor. Después, se busca un acuerdo con los acreedores de manera extrajudicial.
- Cuando los acreedores no aceptan el acuerdo extrajudicial, se procede con un juicio, donde la persona afectada debe solicitar un abogado defensor.
Esto se aplica también para los autónomos que buscan declararse en bancarrota. Con los pasos anteriores se gestiona la insolvencia siguiendo la normativa vigente y la ley.
Estos pasos permiten gestionar la insolvencia de manera ordenada y conforme a la ley.
¡Recuerda que podemos asesorarte en otros aspectos! Un ejemplo de ello son los falsos autónomos.
¿Qué pasa si te declaras insolvente en un juicio?
Al declararte insolvente en un juicio o un procedimiento similar, es obligatorio presentar un plan de acción donde se especifica el pago de la deuda, en un máximo de 5 años.
De cara a los gastos básicos, es un juez el encargado de determinar cuánto dinero de la persona insolvente se dedica a esa parte.
Cuando el plazo para pagar la deuda finaliza, se considera como saldada si, como mínimo, el 50% de los ingresos del pago ha sido destinado a la misma.
Hay excepciones, como las familias de altamente vulnerables, donde el porcentaje se ve reducido hasta el 25%.
Declaración de insolvencia a nivel legal
Ser insolvente implica diferentes factores, el primero de ellos es la comunicación directa con los acreedores para explicar que no es posible afrontar las deudas, con la supervisión de un notario.
Es necesario demostrarlo activamente, puesto que una insolvencia declarada verbalmente no es suficiente.
Hay dos situaciones en las que un autónomo puede declararse insolvente de manera válida.
- Cuando las deudas superan a los bienes que posee
- Cuando los bienes son mayores que la deuda, pero no existe liquidez suficiente a causa de inversiones a medio y largo plazo
En ocasiones no es posible llegar a un acuerdo con los acreedores para afrontar una deuda, por lo que la declaración de insolvencia es la vía adecuada.
Después, es posible acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad.
Ley de Segunda Oportunidad
La Ley de Segunda Oportunidad, también conocida como Ley 25/2015, es un mecanismo que entró en vigor en julio de 2015 para que autónomos y emprendedores tengan la capacidad de exonerar deudas con las empresas.
Es un punto fundamental que debes conocer al declararte insolvente, puesto que es una ley diseñada para aquellos que han fracasado en un proyecto empresarial. Por lo tanto, se ven obligados a afrontar deudas acumuladas.
El autónomo deudor tiene que tratar de obtener el famoso acuerdo extrajudicial con sus acreedores, o utilizar un mediador y la supervisión de un juez.
La resolución es clara, si el deudor no dispone de los bienes suficientes, la deuda queda perdonada.
En cualquier caso, se deben cumplir los requisitos que ya mencionamos anteriormente; disponer de una deuda inferior a 5 millones de euros o no haber sido sancionado con Hacienda o la Seguridad Social.
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