Pasar de autónomo a Sociedad Limitada
Si como autónomo tu negocio va creciendo y ves como aumentas facturación cada mes es posible que te interese dar el salto de autónomo a Sociedad Limitada.
Si crees que ha llegado el momento de constituir tu propia SL, hoy te daremos algunos consejos y una explicación detallada para hacerlo correctamente.
El dilema de pasar de autónomo a SL.
Es una cuestión que antes o después se les plantea a muchos profesionales autónomos. La facturación ha aumentado a lo largo del tiempo, hay una base de clientes importante y se piensa como progresar y seguir creciendo.
Las cuestiones fiscales y la posibilidad de acceder a más deducciones generan dudas sobre si conviene crear una sociedad limitada y comenzar a trabajar desde allí o seguir como autónomo.
¿Por qué pasar de autónomo a Sociedad Limitada?
No existe una fórmula secreta para saber cuando constituir una SL, además las condiciones fiscales en cada comunidad autónomo pueden ser diferentes.
Pero la mayoría de los expertos fiscales suelen poner el límite en los 50.000-60.000 euros facturados al año.
A partir de estas cifras un autónomo debería empezar a pensar en cambiar su situación a futuro.
Es importante destacar que el IRPF para autónomos es progresivo según los beneficios, mientras que las sociedades tributan a un tipo fijo.
Pero también hay que tener en cuenta que una Sociedad Limitada implica costes adicionales en comparación con ser autónomo, como gastos notariales, registrales y trámites fiscales con asesoría, entre otros.
En cualquier caso, lo más aconsejable es consultar a un especialista en contabilidad que pueda analizar detenidamente nuestro caso particular, evitando así tomar decisiones apresuradas que puedan resultar desfavorables para nuestros intereses.
¿Cómo pasar de autónomo a Sociedad Limitada?
Para establecer una sociedad limitada en España, se deben seguir varios pasos
1. Solicitar una denominación social
Esta solicitud formal hay que hacerla en el Registro Mercantil. Se trata de registrar legalmente el nombre de la sociedad que vas a crear.
2. Cuenta bancaria a nombre de la sociedad
Hay que abrir una cuenta bancaria en nombre de la sociedad e ingresar el capital social mínimo exigido.
3. Redactar los estatutos
Como cualquier otro tipo de organización hay que redactar unos estatutos de la sociedad
Los estatutos deben contener información detallada, como el nombre de la empresa, domicilio, objeto y capital social, así como la forma de gestión y adopción de acuerdos.
4. Acudir a un notario
La formalización de la sociedad se realiza mediante la escritura pública de constitución, la cual debe ser otorgada ante notario.
5. Solicitar el NIF provisional
El siguiente paso es conseguir el Número de Identificación Fiscal provisional y realizar la inscripción de la sociedad en el Registro Mercantil para obtener el NIF definitivo.
6. Establecer en el IAE la actividad de la empresa
Hay que definir la actividad económica de la sociedad y registrarla en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE).
7. Conseguir el certificado digital como representante de la sociedad.
Este certificado es esencial para realizar trámites telemáticos con la Administración, siendo fundamental para la gestión eficiente de diversos procedimientos.
Hay que recordar que existen diversas formas jurídicas para constituir una sociedad limitada en España.
No es lo mismo crear una sociedad limitada que una sociedad limitada unipersonal. Por eso lo ideal es que analices las opciones disponibles y elegir la estructura legal más adecuada para las necesidades particulares de tu empresa
Ventajas de pasar de autónomo a Sociedad Limitada
Si has llegado hasta aquí seguro que quieres saber todo lo que te puede aportar tener una sociedad limitada en lugar de seguir trabajando como autónomo.
Vamos a intentar explicarte algunos de los más importantes.
Proteges tu patrimonio personal
Este es uno de los principales motivos por los que los autónomos deciden crear una SL es porque la responsabilidad personal será limitada al capital aportado. En definitiva que tu patrimonio personal queda salvaguardado.
Esta ventaja la convierte en una opción muy interesante, ya que tu economía personal estaría a salvo.
Los autónomos no cuentan con la protección que tienen las empresas. Si no puedes pagar tus deudas pueden ir contra tus propiedades personales para saldar la deuda.
Se reducen las cargas fiscales
Los impuestos también forman parte de las ventajas de cambiar de autónomo a Sociedad Limitada.
Cuando eres autónomo, el IRPF que pagas se sitúa entre el 19% hasta el 47,5%. Como ves puede ser una cantidad muy alta.
Pero una Sociedad Limitada tributa con el impuesto de sociedades que tiene un gravamen fijo del 25%. De hecho si no has ejercido la misma actividad como autónomo que la que desarrollará la SL se reduce a un 15%.
Tienes la opción de incorporar socios
Como autónomo estás tú solo en tu empresa. Si tienes mucha carga de trabajo sólo te queda la opción de aliarte con otro autónomo para repartir el trabajo o contratar a gente que te ayude.
Esto puede ser complicado para encontrar gente que realmente se implique en tu negocio como tu.
Cuando se crea una Sociedad Limitada existe la posibilidad de tener uno o varios socios. Con ellos compartes tanto el capital inicial como los porcentajes y los derechos pero también las obligaciones.
Podrás así no cargar sobre ti toda la responsabilidad en solitario.
Mejoras la imagen y reputación de la sociedad
A nivel de imagen también puede ayudar presentarse como una empresa que como un autónomo.
Si vas a buscar clientes como autónomo o freelance, a veces se genera una cierta desconfianza al ser una única persona. Sin embargo, al presentarte como Sociedad, le da otro matiz al asunto.
Esto es especialmente interesante si vas a trabajar con grandes empresas ya que suelen pedir información sobre tu solvencia, garantía de suministros y otros datos que como autónomo te resultarán más difíciles de ofrecer.
Pues como ves te puede interesar plantearte el paso de autónomo a sociedad limitada por múltiples razones.
Sin duda es la mejor manera de seguir creciendo y progresar como emprendedor. Siempre y cuando evalúes las condiciones fiscales en tu comunidad autónoma y valores con tu cuenta de resultados la situación general.
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