Tipos de Autónomos en España
En España existen diferentes tipos de autónomos en función de la modalidad legal elegida y del tipo de actividad. Cada uno tiene sus propias peculiaridades y características y también varían sus obligaciones fiscales o en materia de impuestos.
Vamos a ver qué clases de autónomos existen y las diferencias más importantes entre ellos. Es una información interesante que debes tener en cuenta a la hora de darte de alta como autónomo y saber qué implicará utilizar uno u otro tipo.
Autónomo como persona física
Este es el tipo más común de autónomo en España. La mayoría de los cerca de 3 millones de autónomos se incluyen en esta categoría.
Es la definición como tal de trabajador por cuenta propia, realizan su actividad en su propio nombre y asumen personalmente sus responsabilidades y las deudas y obligaciones legales de su negocio.
Podemos aquí hacer dos subcategorías de autónomos personas físicas en función de su actividad y de si deben estar o no colegiados.
Autónomos con actividades empresariales
Como peluqueros, diseñadores, entrenadores físicos, transportistas, hosteleros, chóferes privados, etc.
Estos autónomos pueden realizar sus actividades desde un local o mediante un vehículo y pueden tener o no personal a su cargo.
Autónomos con actividades artísticas o deportivas
Como músicos, actores de cine, actores de teatro, artistas de circo, trabajadores taurinos y deportistas.
La otra modalidad de autónomos depende de si están colegiados o no.
Autónomos colegiados
Este tipo de autónomo cotizan a través de una mutualidad. Son profesiones que para poder ejercer como autónomos deben estar colegiados e inscritos en un colegio profesional.
Como ejemplos podemos poner los farmacéuticos o abogados.
Autónomos no colegiados
A este grupo pertenecen la gran mayoría de trabajadores por cuenta propia que no necesitan están colegiados y se incluyen en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE).
Trabajadores Autónomos Económicamente Dependientes (TRADE)
Son autónomos que obtienen al menos el 75% de sus ingresos de un único cliente. Para incluirse en este tipo los autónomos deben cumplir otros requisitos adicionales como por ejemplo no contar con trabajadores a su cargo y contar con medios propios para desarrollar su actividad.
La relación con el cliente fundamental se establece a través de un contrato mercantil, como norma general.
Autónomos societarios
Son los que comúnmente conocemos como empresarios. Son aquellos trabajadores autónomos que han constituido una sociedad mercantil. En el caso de cumplir con ciertos criterios están obligados a darse de alta como autónomos.
Son aquellos que dirigen una sociedad mercantil, usualmente una Sociedad Limitada (SL), y cuyo volumen de ingresos suele superar al de un autónomo clásico.
Esta figura es recomendable cuando los ingresos del negocio son altos, debido a la tributación más favorable en el Impuesto de Sociedades en comparación con los tramos del IRPF aplicables a los autónomos persona física.
Autónomos en pluriactividad
Este se un tipo de autónomo no muy habitual en España, se calcula que no llegan al 7% del total de autónomos en España.
Son aquellos que además de ejercer su actividad por cuenta propia también desarrollan un trabajo por cuenta ajena.
Esta clase de autónomos en España permite disfrutar de algunas bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social.
Autónomos colaboradores
Otro de los tipos de autónomos habituales en España es la de los autónomos colaboradores, aunque su número no es muy alto. Son familiares directos del autónomo titular que conviven con él y trabajan de forma habitual en el negocio.
Deben cumplir con requisitos de edad y parentesco, y no pueden estar dados de alta como trabajadores por cuenta ajena.
Este tipo de autónomo está pensado para cubrir a las pequeñas empresas o negocios familiares.
Son familiares directos del autónomo titular, como el cónyuge o familiares hasta segundo grado de consanguinidad, que colaboran de forma habitual en el negocio.
No están obligados a declarar el IVA ni el pago fraccionado del IRPF.
Autónomos agrarios
En este caso hablamos de trabajadores que realizan su actividad dentro del sector agrario en España. De hecho, este tipo de autónomos cotizan a través del Sistema Especial para Trabajadores por Cuenta Propia Agrarios (SETA).
Deben cumplir con requisitos concretos para poder hacerlo. Principalmente sus ingresos deben proceder de la explotación agraria y la realización personal de dicha actividad.
Además, deben ser titulares o arrendatarios de la explotación agraria de la que obtienen la mayoría de sus ingresos.
Al menos la mitad de sus ingresos deben proceder del sector agrario, lo que no le impide realizar otras actividades complementarias.
Debe ser el trabajador autónomo quien realice el trabajo en la explotación o parte de ellos, es decir, que está permitido que tenga otros trabajadores contratados a su cargo.
Otros tipos de autónomos
Estos son los tipos más habituales de autónomos, aunque existen otros regímenes especiales, aunque su número es menor.
En este apartado podemos mencionar a los trabajadores autónomos incluidos en el régimen del mar, por ejemplo.
Entender los diferentes tipos de autónomos con AKC Gestores
Como ves, las obligaciones de un autónomo son complejas y por eso es conveniente contar con una gestoría como AKC Gestores que te ayude a conocer todas las peculiaridades legales y fiscales que lleva asociadas.
Conocer las modalidades de autónomos en España a la hora de darte de alta es fundamental para no cometer un error que pudiera llevarte a una posible sanción en el futuro o pagar más impuestos de los que te corresponden.
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